La condensación de vapor de agua directamente sobre la superficie terrestre, aunque sigue el mismo proceso general de condensación, resulta en precipitaciones específicas. La más conocida de ellas es el rocío.
El rocío se manifiesta como la aparición de pequeñas gotas de agua sobre objetos y cuerpos expuestos a la intemperie, como las plantas.
Formación del Rocío
El proceso de formación ocurre porque cuerpos como las plantas, que son malos conductores del calor, se enfrían significativamente durante las noches claras y serenas. Esto se debe a que irradian una gran cantidad de calor hacia el espacio.
Este enfriamiento baja la temperatura de las capas de aire en contacto con el suelo y la vegetación. El aire enfriado ya no puede retener todo su vapor de agua, lo que provoca la condensación de dicho vapor en forma de gotitas, siempre y cuando la temperatura se mantenga por encima de 0∘C.
Estas diminutas gotas:
- A veces se depositan directamente sobre los objetos en contacto con el aire frío.
- Otras veces caen desde alturas inferiores a un metro.
Contrario a la creencia popular de que el rocío solo se forma al inicio de la noche o en la madrugada, se produce siempre que la temperatura del suelo desciende lo suficiente. Este fenómeno es más común en verano debido a que la irradiación de calor terrestre hacia el espacio es más intensa.
Es importante destacar que el vapor de agua condensado proviene tanto del aire cercano al suelo como, en parte, de la transpiración vegetal.
Importancia del Rocío
El rocío es una precipitación útil que no debe subestimarse. En ausencia de lluvia o nieve, el agua aportada por el rocío puede ser de gran valor.
En climas áridos y semiáridos, el rocío es de vital importancia para la agricultura. En regiones con alta humedad atmosférica, puede suministrar una cantidad considerable de agua.
También es crucial en ciertas áreas agrícolas de Paraguay y Chile donde la lluvia es escasa. En estos lugares, la presencia de rocío es indispensable para mantener el cultivo.
En Israel, por ejemplo, medir la cantidad de rocío es una práctica habitual, similar a la medición de la lluvia en Argentina, dada la gran necesidad de agua en la zona.